Doha, 23 de junio de 2025 – Irán lanzó esta noche una ofensiva con misiles balísticos contra la base aérea estadounidense de Al Udeid, ubicada en Qatar, como respuesta directa a los ataques que EE.UU. e Israel realizaron recientemente sobre instalaciones nucleares en territorio iraní. También se reportaron lanzamientos hacia una instalación militar estadounidense en Irak.
Según fuentes oficiales, fueron disparados aproximadamente 14 misiles de corto y medio alcance. El Ministerio de Defensa de Qatar informó que las defensas antimisiles interceptaron la gran mayoría de los proyectiles, dejando solo un impacto menor, sin causar víctimas ni daños significativos. Estados Unidos, por su parte, confirmó que no se registraron bajas entre su personal, gracias en parte a que existió una coordinación previa de advertencia entre Irán, Qatar y las fuerzas estadounidenses, lo que permitió activar protocolos de seguridad y evacuación a tiempo.
La ofensiva iraní fue denominada “Operación Annunciation of Victory” y fue presentada como una respuesta proporcional y simbólica, aunque cargada de advertencias. Líderes iraníes señalaron que, si las hostilidades continúan, las bases de EE.UU. en la región podrían enfrentar una ofensiva de gran escala que pondría en jaque su presencia militar en Oriente Medio. Irán considera esta acción como una represalia a la “Operación Midnight Hammer”, ejecutada el 22 de junio por EE.UU. e Israel, que destruyó parcialmente las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán.
Como medida preventiva tras el ataque, varios países del Golfo —incluidos Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Kuwait e Irak— cerraron temporalmente su espacio aéreo, en un intento por evitar daños colaterales ante una posible continuación de las hostilidades.
El presidente Donald Trump calificó el ataque iraní como “débil y predecible”, y destacó que la anticipación permitió una defensa eficaz, lo cual, según él, podría interpretarse como una señal de que aún existe una oportunidad para evitar una guerra abierta. No obstante, la tensión se mantiene en niveles elevados y se espera que las próximas horas sean decisivas para definir si se abre un canal diplomático o se intensifican los enfrentamientos.
El ataque representa una de las acciones más directas de Irán contra intereses militares estadounidenses en la región desde inicios de 2024. La precisión de la defensa, sumada a la advertencia previa, evitó una tragedia, pero el mensaje político y militar es claro: Irán busca marcar límites ante la presión creciente de Washington y sus aliados.
El mundo observa con atención cómo evolucionan los acontecimientos. Por ahora, el equilibrio entre fuerza y diplomacia pende de un hilo, mientras el Golfo Pérsico entra en una nueva etapa de incertidumbre.
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