Fuente: Perú21

La región Cusco enfrenta una situación crítica tras la declaración de Alerta Roja, debido al creciente número de incendios forestales registrados en diversos puntos del territorio. La amenaza se ha intensificado en las últimas semanas, con focos activos que han arrasado pastizales, bosques y zonas agrícolas de alto valor ecológico.

Uno de los casos más recientes se produjo en Yaucat, distrito de Cusipata (Quispicanchi), donde las llamas avanzaron con fuerza, alimentadas por las condiciones climáticas adversas. A este evento se suman otros siniestros ocurridos en Omacha (Paruro), Potrero (Santa Teresa), Dormenduyoc Alto (Echarate), Pichari (La Convención), Huarocondo (Anta) y Huancarani (Paucartambo).

Las condiciones atmosféricas actuales —radiación solar intensa, fuertes ráfagas de viento, baja humedad y ausencia de lluvias— favorecen la rápida expansión del fuego, especialmente en zonas cubiertas por vegetación seca y densa.

Hasta mediados de julio, se han contabilizado al menos 41 incendios forestales, que han afectado más de 230 hectáreas de cobertura natural. Uno de los eventos más prolongados se registró en la comunidad de Sambor, en el distrito de Huarocondo, donde el fuego persistió por tres días antes de ser contenido.

La situación ha generado gran preocupación entre la población local, debido a la magnitud de los daños y al riesgo de que nuevos incendios se desaten en zonas vulnerables. Ante este panorama, se recomienda a la ciudadanía evitar acciones que puedan generar focos de calor, como quemas agrícolas, fogatas o el abandono de colillas de cigarro en áreas naturales.

Asimismo, se destaca la importancia de reforzar la educación ambiental y las prácticas de prevención comunitaria para reducir la posibilidad de nuevos siniestros y proteger los ecosistemas andinos, que son esenciales para el equilibrio ambiental y el sustento de muchas comunidades.