Fuente: Diario Chaski

La comunidad altoandina de Atancama fue escenario de una jornada única: el Primer Festival de la Vicuña, una celebración que combinó tradición, conservación y orgullo cultural. Este evento marcó un hito en el compromiso comunitario por proteger y valorar a uno de los más emblemáticos animales silvestres de los Andes.

El festival destacó por diversas actividades orientadas a la protección de esta especie:

  • Instalación de cercos de protección, que buscan frenar la caza furtiva y garantizar espacios seguros para las vicuñas.

  • Realización del chaccu, antiguo ritual andino de arreo comunitario, en el que decenas de vicuñas fueron guiadas con respeto y coordinación ancestral.

  • Esquila sostenible, un proceso cuidadoso que permite extraer la valiosa fibra sin dañar a los animales.

  • Actualización del censo poblacional, cuyos resultados evidencian un crecimiento significativo gracias al compromiso colectivo con el cuidado de la fauna silvestre.

Esta primera edición no solo fortaleció la identidad cultural local, sino que reafirmó la conexión entre las comunidades andinas y su entorno natural. El festival de la vicuña se perfila como un evento anual clave para promover el respeto por la biodiversidad y los saberes ancestrales.