Más de 250 camiones cargados con mineral comenzarán a circular por ocho comunidades campesinas del distrito de Curahuasi, tras el reciente acuerdo alcanzado entre dirigentes del Frente de Defensa local y representantes del transporte minero. Esta decisión fue oficializada durante una reunión de socialización llevada a cabo el pasado domingo 20 de julio en el teatrín de la municipalidad distrital.

Los vehículos, que provienen de las zonas de extracción minera ubicadas en Vilcabamba (Curahuasi), cerca del límite con el distrito de Mariscal Gamarra en la provincia de Grau, transitarán con destino a Abancay atravesando los territorios comunales de Ccollpa, Pucuta, Ccapacca, Trigo Orcco, Antilla, Ccollo Tarani, Ccocha y Ccoc-hua.

César Ferro, presidente del Frente de Defensa de Curahuasi, informó que los transportistas se comprometieron a tomar medidas para reducir el impacto en la zona: mantener las vías regadas para controlar el polvo, comprar productos de las comunidades locales, disminuir la contaminación acústica y ofrecer oportunidades laborales a los pobladores. Por su parte, un representante de los transportistas indicó que la circulación de los camiones se limitará al horario de 5:00 a.m. a 8:00 p.m., y señaló que este acuerdo representa una posibilidad de ingresos económicos para las comunidades involucradas.

Pese a los compromisos asumidos, la reunión dejó vacíos importantes. Los alcaldes delegados de Ccoc-hua y Antilla asistieron sin emitir opinión, mientras que el alcalde del centro poblado de Ccollpa —quien también se desempeña como minero artesanal— se mantuvo al margen. Asimismo, no se contó con la participación de los presidentes de las comunidades campesinas que serán directamente afectadas por el paso de los vehículos.

Este nuevo escenario en Curahuasi contrasta con lo ocurrido en Mariscal Gamarra, donde los pobladores de sectores como Ollabamba, Pituhuanca, Llauqui y Kautía enfrentaron durante años los efectos negativos del tránsito minero. En su momento, los camiones cruzaban diariamente por esta zona rumbo a Lambrama y luego Abancay, dejando a su paso una vía seriamente deteriorada, contaminación ambiental, y afectaciones a la agricultura y la ganadería. Ante reiterados incumplimientos, la población decidió bloquear la ruta y expulsar a las unidades, sin llegar a ningún acuerdo con los transportistas.

Este conflicto obligó a buscar una nueva ruta de salida para el mineral, optando por el ingreso por Curahuasi. Ahora, muchas voces se preguntan si los compromisos actuales serán cumplidos o si las comunidades vivirán nuevamente los mismos problemas ya conocidos en Mariscal Gamarra.