Fuente: Diario Pregón
El martes 8 de julio por la tarde, un fuerte ventarrón sorprendió a los habitantes de la comunidad de Pisquiccoha, ubicada en el distrito de Cotaruse, en la provincia de Aymaraes, región Apurímac. El fenómeno dejó como saldo a nueve familias damnificadas y agravó la difícil situación que ya enfrentan los pobladores debido al intenso frío característico de esta temporada en la zona altoandina.
De acuerdo con el testimonio de los vecinos, las ráfagas de viento arrancaron con violencia los techos de calamina de varias viviendas, provocando momentos de pánico. Temerosos de que las estructuras colapsaran o se produjeran accidentes, muchos residentes abandonaron sus casas. Afortunadamente, no se reportaron daños personales, pero las pérdidas materiales son cuantiosas y han dejado a varias familias expuestas a las gélidas temperaturas nocturnas, situación especialmente preocupante para los niños y adultos mayores.
Las familias afectadas se encuentran actualmente en una situación crítica, sin condiciones mínimas para resguardarse del frío extremo. Frente a esta emergencia, los pobladores han solicitado apoyo urgente al municipio distrital de Cotaruse y a las autoridades provinciales, con el fin de recibir calaminas, frazadas y otros elementos de primera necesidad.
Este suceso pone de manifiesto una vez más la alta vulnerabilidad de las comunidades altoandinas frente a los fenómenos climáticos extremos, que se intensifican durante la temporada de heladas y seguirán presentándose en las próximas semanas.
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