La ciudad de Puno se encuentra consternada tras el feminicidio de Lisbeth Érica Chañi Marca, una joven de 25 años reportada como desaparecida desde el 22 de julio. Sus restos fueron hallados descuartizados y distribuidos en diferentes puntos sobre el río Cutimbo, en la carretera Puno–Moquegua.

El principal sospechoso, Ronaldo Mamani Lorenzo (26), fue detenido y trasladado a la sede de la DIVINCRI Puno. Sin embargo, fue encontrado sin vida en su celda en lo que se investiga como un presunto suicidio. Antes de morir, confesó su autoría ante su abogado, admitiendo haber asesinado y descuartizado a Lisbeth.

El torso de la víctima fue encontrado envuelto en un saco en el puente Malcomayo, mientras que otras partes del cuerpo fueron halladas en el puente Cutimbo, en el centro poblado Jayllihuaya y en un costal a 15 kilómetros de Puno. Los vehículos vinculados al caso fueron localizados y están bajo investigación.

La familia de Lisbeth indicó que ella mantenía una relación sentimental con Mamani y sospechan que el móvil del crimen fueron celos, además de alertar sobre la posible implicación de una tercera persona.

Este brutal feminicidio ha generado indignación en Puno. Familias, amistades y colectivos exigen justicia y que la investigación se agilice para sancionar este acto de violencia de género que enluta a la región