Fuente: Diario Chaski
Las intensas heladas registradas el 25 de noviembre afectaron gravemente a los sectores de Tintay, Cavira, Rosaspata y Jotaquite, en el distrito de Kishuara, provincia de Andahuaylas. A ello se sumó una fuerte granizada acompañada de lluvias en las zonas de Ancco Huallo y el distrito de Cocharcas, en Uripa, lo que incrementó el impacto en los cultivos locales.
Las temperaturas extremas y la caída de granizo dañaron de forma considerable áreas sembradas de maíz y papa, productos esenciales para la alimentación y sustento económico de las familias agricultoras. Esta situación ha generado seria preocupación debido a las pérdidas productivas registradas.
Tras el reporte del evento, la Agencia Agraria inició el proceso de evaluación de daños y análisis de necesidades con el objetivo de determinar la magnitud real de la afectación y coordinar acciones de asistencia inmediata. Dicho análisis será clave para definir estrategias de recuperación y reducir el impacto económico generado por el descenso abrupto de temperatura.
Si bien no se reportaron daños a la integridad física de los comuneros, las pérdidas en cultivos son significativas y representan un nuevo golpe para un sector que ya opera bajo alta vulnerabilidad. El COER Apurímac mantiene el monitoreo constante de la situación y ha informado a las entidades correspondientes para la activación de los mecanismos de respuesta.
Este episodio vuelve a evidenciar la fragilidad del sector agrario frente a los eventos climáticos extremos y la necesidad urgente de reforzar estrategias de prevención, adaptación y soporte técnico para las comunidades que dependen de la agricultura.




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